La idea es espectacularmente simple, una botella de refresco vacía se rellena de agua con lejía (para que el agua no se enturbie) y se instala atravesando el tejado de forma que la luz que incide sobre el tejado y, gracias a la refracción sufrida en el agua, se esparza en todas direcciones como si de una bombilla se tratase.
Parece una prueba más de que las ideas más simples son las que mejor funcionan.
Alguna ONG (p.e A liter of Light) está distribuyendo la idea por el mundo y encuentran aplicación en paises subdesarrollados en donde hay un porcentaje altísimo de infraviviendas sin suministro eléctrico y sin ventanas, donde la gente conecta ilegalmente bombillas en lineas de suministro público que frecuentemente sufren apagones (en gran medida por estas conexiones ilegales que producen cortocircuitos y accidentes).
Esta bombilla no se gasta, no se funde, no tiene riesgos eléctricos y no genera contaminación, sólo ahorra.
Según las medidas que se citan en el artículo original, puede alumbrar como una bombilla incandescente de entre 40 y 60W dependiendo de la intensidad del Sol.
Admirable sencillez.
Gracias Carlos por el enlace.
Fuente: http://www.bbc.co.uk/news/magazine-23536914
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